jueves, 29 de diciembre de 2011

Bendiciendo al siervo.


No todas la congregaciones valorizan al hombre de Dios, que les guía e instruye en el caminar de Cristo, por eso encontramos “Cuerpo de diáconos” que habiendo recursos en la congregación, dan un sueldo de hambre a su pastor y lo obligan a vivir en grandes presiones financieras.
Estoy de acuerdo que cuando no hay, el siervo de Dios debe estar dispuesto a todo por la causa de Cristo, pero a veces no es así. La Biblia es enfática al hablar del obrero de Dios.
a)      Mateo 10:10- Es digno de su salario.
b)      Lucas 10:17 y Timoteo 5:8 “Es digno de su salario”, palabras que asustan a algunos y quieren disfrazarla como “ofrendita de amor”.
c)       Gálatas 6:6- “El que nos ha enseñado en la palabra haga participe de toda cosa buena al que lo instruye”
Decida en su corazón bendecir a su pastor cada vez que pueda, con una ofrenda personal como zapatos, ropa u otros, no solo el día del pastor, sino también el día de su cumpleaños, el de sus hijos o su esposa, bendígalos con una sorpresa, pues el también merece ser estimulado por sus feligreses de esta forma.
Cuando vaya al supermercado, recuerde a  la familia pastoral, cuando cambie las llantas recuerde el carro de su pastor. Haga que el hombre de Dios que le pastorea viva una vida digna . Que usted pueda presentarlo a cualquier dignatario sin hacerlo sentirlo mal.